viernes, 13 de junio de 2014

NO DESPERTÉIS NI HAGÁIS VELAR EL AMOR HASTA QUE QUIERA




 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
Por los corzos y por las ciervas del campo,
Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
Hasta que quiera.  (Cantares  2:7)


Te quiero porque te quiero a ti,
Y siempre te querré,
Porque es mi destino quererte
Pero lo que quiero es que te quieras a ti,
Y que sueñes,
 y que tus sueños realices.

Escucha y despierta,  
el mundo es de los que lo piensan
Y  los que lo sueñan. 

Aunque mucho repetí,
no despertéis a mi gacelílla
hasta que ella quiera,
es hora de escuchar
la voz silenciosa
que desde tu interior insiste,
¡¡Despierta!! ¡¡Despierta!!
tu aurora ha llegado,
entona tu canción vespertina,
la que tus sueños recuerda,
y empieza a realizarlos.

Alfredo Manzano.

jueves, 12 de junio de 2014

QUE BRILLEN LAS ESTRELLAS.


    Poema de Laura Manzano dedicado a su hermana Eliana en su cumpleaños. Este poema describe las cualidades y carencias de la personalidad de su hermana, tanto las manifiestas como las latentes,  con una precisión insospechada, que ningún psicólogo o psiquiatra, ni la persona mas espiritual podría hacerlo mejor y mucho menos con tanta belleza y delicadez. 


 Eliana
Que brillen las estrellas
De tu alma,
Que destellen todas ellas.
Que despierten las melodías
De tu garganta
Y  las armonías de tu alabanza.

Pasean acalladas dentro de ti
Aquellas inquietudes que todavía
No se deciden a salir…

Pasean como lava de volcán
Que espera impaciente el momento
Para dejarse derramar.

Y mientras, tus sonrisas no saben disimular
La belleza de tus sentimientos
Y la sencillez de tu personalidad

Y tus palabras vergonzosas
Disimulan la valentía de  tu honestidad,
Que aún costándote la piel
No serías capaz de callar

No hay signos de exclamación en el poema
Pero todo él es una exaltación
Que vagamente consigue,
Pues exacta no puede,
Asomar una parte
De la dulzura de tu nombre,
Del carácter de tu voz
Y la hermosura de tu tierno corazón.

MI NIÑA


Esta poesía es en respuesta a la que me escribió mi hija Laura desde Inglaterra, "Puedo gracias a ti," donde fue para convivir, estudiar historia de la iglesia, la Biblia y perfeccionar su inglés. 


Mi niña

Quisiera tenerte cerca,
para tomar tu mano de nuevo,
Qué digo cerca !!
Si estás siempre en mi pensamiento
que es lo más cerca de mí que tengo,
Por eso, aun en la distancia
tu mano nunca suelto.
Que bueno sentirse niña,
niña una y otra vez,
y niña nunca dejar de ser.
Aunque llegues a la madurez
y seas toda una mujer,
para mi, mi niña siempre has de ser.
Niña, niña una y otra vez,
que esto es compatible
con ser toda una mujer,
recuerda, el reino de los cielos
es de los bebés.
Y aun siendo ya una mujer
empeño en ello debes poner
como en hablar inglés,
que las lenguas son
tu razón de estar... o de ser
que yo no lo sé,
pues se me dan  muy mal las lenguas
y sobre todo el ingles.
Pero niña, niña para Dios
nunca dejes de ser
y para mi....
 mi niña siempre has de ser.

Para Laura.

SIGUE AQUÍ, SIEMPRE A MI LADO


Este poema se lo dedicó Laura a su padre, estando en Inglaterra, escrito en una preciosa tarjeta, diseñada manualmente, con ese exquisito estilo que la caracteriza.  Este poema es la sinopsis de la trayectoria vivencial, sentimental y espiritual de un corazón como ella (Laura) lo define, certera precisa y de extraordinaria belleza, tanto que el tosco de su padre no se merece.

Sigue aquí siempre a mi lado 

Le he pedido al Señor
Que dicte a mi pluma
Que diga cuanto quiera
 Que fluya lo mejor
Que hable como siempre,
 Al padre que El me dió.
Y susurra ahora a mi pluma
Palabras con amor
Muestra ante mis ojos
El recorrido de un corazón
Y habla, como siempre,
Al padre que Él me dio.
Hijo mío, cuanto tiempo
Llevamos caminando
Tras el recorrido de los años
Sigues aquí, siempre a mi lado.
Empezabas ya bajo los olivos
A llorar tu soledad,
Ese era el anhelo
Del que busca la verdad.
Y entre el mundo te movías
Corrías,  más que los demás
Había algo que te envolvía
Siempre ibas más allá
Mientras,  Yo esperaba el momento
Preparaba tus caminos
Te enseñé el gran desierto
Y tus míseros reflejos.
Hijo mío, no me fallaste.
Como siempre, regresaste.
Y una vez encontrado el río
Y medio saciada tu sed,
Subístes a mis manantiales
La sabiduría te mostré.
Pero aún querías más,
Te di prueba de mi amor
Y de que no había para ti
Otro maestro más que yo.
Y ….¡ ay ¡  Mi querido hijo,
La búsqueda terminó
Encontraste mis altares
La cruz te iluminó.
Ahora, permanecías en mi espíritu
Siempre alerta y escuchando
Y buscando en el silencio
Mi voz que te iba hablando.
Permanecías y permaneces
En esa búsqueda.

Y aunque por causa de mí te rechazaron
No hubo tormenta capaz
De arrancar esa raíz
Que mis lluvias alimentaron.
Hoy en día,
Sigo ofreciéndote de mí.
Hijo mío, te has ganado todo mi cariño
Como Dios que soy,
No he podido resistir
La pureza de éste corazón
Que desde que abrió al mundo los ojos
He cuidado con amor y ….
Celoso de tu vida
Te he guardado,
Te he moldeado,
Te he guiado por mis caminos
Y te he dado ya mi vida;
Ahora eres fuente
Yo te proveo
Yo sigo siendo tu anhelo
Yo sigo siendo tu padre,
Yo tu alfarero.

                    Para Alfredo