jueves, 29 de diciembre de 2016

DIALOGO ENTRE MISERICORDIA Y RAZON


Diálogo entre  Misericordia y Razón.




  Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
 (Mat 5:7).

       No encuentro ninguna bienaventuranza sobre la razón.
En cambio Francisco de Goya titula a uno de sus dibujos «El sueño de la razón produce monstruos»...

       Misericordia realizo una visita a la casa de Razón, porque la Razón no conoce la morada de Misericordia.  Solo sabe de ella porque a veces Misericordia visita a Razón en su morada, para aconsejarle que no de motivos ni razones a sus hijos Obstinado y Empecinado para imponer por la fuerza sus conceptos preconcebidos a las personas incautas e inmaduras; y para que no se oponga  ni obstaculicen a Buena Voluntad y a sus hijos, para que estos hagan las buenas obras que Dios ya les encomendó antes de que Razón y sus hijos existiera.
  
    Razón argumenta, junto con sus hijas las razones que: los de Buena Voluntad no hacen bien las cosas, que son muy poco profesionales y hasta torpes y patosos.  Mis hijos tienen derecho a equivocarse —contestó con énfasis Misericordia—, porque son jóvenes y están aprendiendo; cada día van mejorando y saben que tienen derecho a equivocarse, así como también entienden que tienen el deber de rectificar cuando se percatan del error. Pero tú en cambio Razón, cuando te equívocas, argumentas con tus hijas e hijos las razones y, engendras más y más razones; lo llenan todo de razones y aún llamáis a vuestra amiga, Falsa-justificación, y la forzáis con vuestras argumentos para que os justifique. 
Siempre queréis tener razones, razones y más razones, hasta el punto que oscurecéis el cielo y no puede pasar mi hermana, Luz Sobrenatural, para alumbrar la conciencia a los hijos de Buena Voluntad.
    Pretendéis que todos lleguen a pensar que no existe nada más que razones, razones y razones.  Pues claro —contestó Razón—, eso es lo que deberían hacer los incautos, crédulos e inmaduros hijos de Buena Voluntad; deberían fundamentarse en la razón, base y sustento de nuestra vida... ¿De vuestra vida? ... – interfirio Misericordi–,  sí, denuestra vida, —respondió Razon—,  hay otras formas de vida más allá de ti. ¿No te das cuenta  —arguye Misericordia—, que a así corremos el riesgo que todos crean tener razones y se enfaden tus hijos Obstinado y Empecinado, y aparezca vuestra amiga Violencia y terminamos todos heridos, tuertos, ciegos y sin dientes?...    


Razón se enojó y le contestó mal a Misericordia, y le dijo: Yo por lo menos tengo mis fundamentos, argumentos y teorías, y sobre ellos construí mi casa, donde habito con mis hijas las razones...,  ¿Se pueden saber cuáles son tus argumentos, sobre los que construyes tu casa, Misericordia?  De acuerdo Razón, yo también tengo una casa, y mis hijas se llaman Piedad, Benignidad, Caridad, Clemencia y Nobleza. También tengo hijos que se llaman: Perdón, Sentimiento, Intuición y Gozo, este último es uno de mis hijos más fuertes. Mi casa, Razón, se sustenta en la Duda y mi fundamento en la Nada, como el planeta Tierra que se sustenta sobre la nada, pero tu crees tener todos los argumentos, las teorías y todas las razones, y eso es peor que nada, ¿porque no piensas ni un momento que tus argumentos y teorías son solo eso, argumentos y teorías?... Hay un proverbio que dice: La teoría todo lo sabe, pero nada le funciona; la experiencia y el afecto, no saben como, pero todo funciona.

    ¿¡Abre algún interrogante en tu vida, Porfa!? ¿Quizás nazcan algunas percepciones, intuiciones y revelaciones nuevas en tu casa y en tus hijas las razones.  
  
  La Duda Prudencial tiene mala fama, pero no es tan mala como la gente dice, yo creo que si abres las ventanas de tu casa de tanto en tanto entrara aire fresco que renovará y mejorará tus razones y te harán más sensible para que tu y tus hijas entiendan que hay otras posibilidades.

Mis hijas, Amorosa, Caridad y Prudencia, tienen razones, intuiciones y visiones que tú, Razón y tus hijas las razones, no comprendéis porque no abrís las ventanas de los interrogantes ¿...?, ni a los consejos de nuestra amiga prudencia. Poro mis hijas si abren esas ventanas, por eso reciben esas revelaciones y bendiciones de aire fresco procedentes del mundo sobrenatural, y las manifiestan en la conciencia de los hombres, sin pasar por los  recovecos y oscuros vericuetos de tus hijas las razones. Tu, Razón, y tus hijas, no quereís tener acceso a esa dimensión, y así, en esa condición, ni todas las razones del mundo os convencerán de la falta de consistencia de vuestros argumentos; en esa situación, recurrís una vez mas a vuestra amiga Justificación, para que os apoye delante de los hombres.
    Mis hijas e hijos, no necesitan esgrimir razones para justificarse y actuar, ni para mantener su estatus; no necesitan reconocimientos..., dependen de su Padre el Creador porque saben que les ama y no precisan nada mas, porque tienen todo lo necesario para vivir, y ser felices en Él.

Sin embargo mis hijas e hijos necesitan tu colaboración y la de tus hijas para dar a conocer y explicar a aquellos del mundo que dependen solo de tus hijas las razones, para mostrarles verdades que están más allá de este mundo, vuestro mundo, un estado sobrenatural de libertad, bienestar, descanso y creatividad.

    Pero tú, Razón, te sostienes a ti misma en tu mundo natural con tus hijas las razones. Siempre tienes razón y crees tener el dominio absoluto de la Verdad, pero..., ¿no crees que te equivocas tú, y tus  hijas las razone? ¿Porque no abres algún interrogante en tus razonamientos?  ¿Alguna pequeña duda?  «la Verdad ¿Es la que Es?»  y no es propiedad  de nadie, ella en cambio nos posee a todos, nos sostiene a todos y todos dependemos de ella, y no obstante no impone su voluntad, como intentas hacer tú con tus hijas las razones y tus hijos obstinado y empecinado. 
  La Verdad, prevalece en el tiempo y más allá porque su fundamento es la Eternidad, la Nada, el Todo…, ¿puedes razonar eso? Tú, Razón, ¿puedes razonar lo irrazonable?  ¿Puedes sustentarte a ti misma con tus Teorías y Argumentos? ¿No entiendes que has sido creada como medio para comunicar lo que no puede ser explicado por otros medios, a aquellos, que están fundamentados solo en tus hijas las razones, y tu hijo intelecto? ... ¡Entiende por favor, que tenemos encomendada la misión de realizar juntas con nuestra amiga común, Fe y Prudencia; proyectos que no se ven, pero que están en las mentes de los hijos de Dios creadores, emprendedores y hacedores de buenas obras!

    Por favor razón, no te pongas siempre del lado de los que pretenden cosas malas, egoístas e interesadas dándoles siempre tus razones. Por favor.., ¡porfaaaa!  escúchame un poquito... ¡Biennn! no hace falta que grites  —contestó Razón—, como estamos en tiempo de Navidad atenderé  tu consejo y aceptaré a Buena Voluntad, la que Dios el creador nos manda, para trabajar con tus hijos e hijas de buena voluntad...  !Qué bueno Razón! — exclamó misericordia—,  me alegra mucho tu decisión, pero no te excluyas a ti misma, tú también eres hija de Dios, eres creación suya. ¿Entonces somos hermanas —pregunto Razón—? ¡Claro mujer!, —le respondió Misericordia—, ¡que alegría —asintió Razón—!,  pensaba que éramos de padres diferentes; ¡no, no lo somos!, exclamó Misericordia,  es que  te has dejado engañar por el Padre de mentira y malas Razones y los hijos que con el has engendrado,  Obstinado y Empecinado...

 ¡Gloria a Dios en las alturas! ... Así dice la biblia, ¿verdad?  –Pregunto Razon a Misericordia–. ¡Claro que sí Razon! –Repondio Misericordia–.  En esto tienes mucha razón; aunque se proclama en una dimensión que tú, Razón, no alcanzas. Sin embargo, el Espíritu del Santo inspiró por su Buena Voluntad –nuestra hermana mayor–, al evangelista Lucas, para que lo escribiera y así tú, con tus hijas las razones, pudierais razonarlo y entenderlo. Vale Misericordia, ahora si entiendo que Él tenga razones que yo no entienda. Caminaré con Tigo, Misericordia, en tu buena Voluntad; ya que Él te ha enviado a la tierra, en misión de paz,  ¿es lo que tú dices que él ha dispuesto  para nuestras vidas en estos días de Navidad.  ¿No es así?…  ¿Me crees Misericordia? —dijo Razón—. Claro hermana Razón..., estoy muy contenta con tu decisión, porque así haremos grandes obras juntas con nuestros hijos e hijas, que serán de mucha bendición...

Pro 3:3-4  Nunca se aparten de ti hijo mío, la misericordia y la verdad; 
Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 
Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.

¿Feliz Navidad!

 La Biblia y los Sueños.
Alfredo Manzano.